Feliz lunes desvanieros! ¡No quiero oíros gruñir con que el plato lleva verdura y pescado! Si, lo de las espinacas y el hierro era una estafa, pero a mí me gustan igual (de verdad). Hoy os traigo una receta muy fácil de hacer aunque no lo parezca, para que quedéis estupendamente.
Ingredientes para dos personas
- 6 placas de lasaña que no se tiene que cocer (si tenéis mucha hambre, poned más placas)
- Harina y leche para la bechamel. (yo usé 3 cucharadas soperas y 250ml de leche)
- 2 filetes pequeños de salmón
- 200 g aprox de espinacas
- Queso para gratinar al gusto (a cascoporro en mi caso)
Preparación
- En un plato hondo con agua caliente dejamos que se hidraten las placas de lasaña (con cuidado que no se os peguen) unos 10-20 minutos. Podéis hacerlo con placas de lasaña normales, pero estas son más rápidas y no hacen llorar tanto, al menos a mi.
- Yo usé espinacas congeladas y las hice en el microondas 5 minutos.
- Mientras se descongelaban las espinacas, le quité la piel al salmón (sino compráis supremas y a correr) y lo troceé, una vez que saquemos las espinacas del microondas, las mezclamos con el salmón.
- La bechamel la hice yo, no os preocupéis por los grumos, de verdad, se van quitando con paciencia y sino, pues batidora. Es tan fácil de hacer como dorar la harina, añadir leche y remover hasta que espese, es pura magia y nada de estresarse.
- Una vez tenemos todo esto preparado, en una fuente de horno ponemos en el fondo la mitad de la bechamel que hemos hecho y luego colocamos una placa de pasta, después el relleno de espinacas y salmón, otra placa de pasta, de nuevo relleno y finalmente otra placa (si habéis puesto más placas, pues ya sabéis) añadimos la bechamel sobrante y el queso para que se gratine y eso sea un manjar de los dioses.
- Dejamos que se haga 10 minutos en el horno a 180º y gratinamos 5 minutos más y os querrán para siempre.
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