Lavamos y laminamos los champiñones. Con un poquito de aceite en la sartén, los cocinamos hasta que estén hechos. Reservamos.
Ponemos la harina en un cazo a fuego medio, removiendo, hasta que se tueste un poco. Fuera del fuego, echamos la mantequilla y mezclamos. Se hará una pasta.
Devolvemos al fuego el cazo, echamos un tercio de la leche y removemos sin parar hasta que la mezcla espese. Añadimos la leche restante y volvemos a remover. Si nos quedara finalmente demasiado espesa podemos añadirle un poco más de leche.
Colocamos en la bechamel los champis con su jugo y removemos bien hasta que quede todo integrado.
Aderezar al gusto con sal, pimienta y nuez moscada molida.