Feliz día del Pilar! Este post viene con dos historias, aviso: estas magdalenas (la receta es del libro de Alma Obregón con algunas modificaciones) las hice para el primer viaje al extranjero que hice con mi novio. Hace dos años nos fuimos a Toulouse unos días por Semana Santa, lo bueno es que está a 250 kilómetros y podíamos ir en coche y como el hotel no tenía desayuno, hice unas magdalenas ante el miedo que le teníamos a los desorbitados precios franceses. Las magdalenas salieron perfectas, esponjosas, muy buenas… (nunca lo he repetido, snif, snif) y también descubrimos que Toulouse mola y que los precios son bastante razonables, así que os recomiendo la visita. Por eso en casa son las magdalenas francesas, ahora tendrán una segunda batallita en su haber.
Lo estoy flipando, un montón! Ayer estuve en Sitges, en el festival de cine fantástico, porque un amigo ponía una película en un programa llamado Cinebasura (hola Paco), que básicamente consiste en que ponen una peli MUY mala (esta era de David Hasselhoff antes de ser Vigilante de la Playa) y Paco y algunos invitados la comentan. Como hago siempre (o eso intento) cuando viene alguien de fuera le hago unas magdalenas y ya el año pasado se las prometi a Paco pero me puse mala y me perdí la peli, pero esta vez no, a pesar de la huelga de trenes y demás, ahí estábamos Raúl y yo. El caso es que les dejé el tuper de las magdalenas en la mesa y nos sentamos a ver la pinicula (madre mía qué esperpento, La Casa 4, se llama) y apareció un señor que venía de presentar su película (y tenía tiempo de ir a ver Cinebasura, qué majo), total, que le ofrecieron una magdalena y se la comió (yo estaba un poco preocupada porque se me había pegado un poco el papel) pero no ¡le gustó! (y a Paco y al otro invitado también). Total que yo ni idea de quien era Paco Cabezas (había dos Pacos en la historia) y resulta que ha dirigido un capítulo de Penny Dreadful! omg, me hizo mucha ilu ser repostera de las estrellas un momento. Después nos contaron que llevaba el pobre señor sin comer todo el día de los nervios, así que doble satisfacción por no haberle dejado morir de hambre. Y ahora si, a por la receta:
Ingredientes:
- 180 g de harina
- 125 g de mantequilla
- 60 g de cacao en polvo sin azúcar
- 120 g de azúcar
- 1 cucharada de esencia/aroma/azúcar de vainilla
- 3 huevos
- 120 ml de leche
- 1 cucharadita de levadura
- 1 puñado de pepitas de chocolate blanco
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180º
- Batimos la mantequilla (a temperatura ambiente) con el azúcar, cuando estén bien integrados, añadimos los huevos uno a uno y luego la vainilla.
- Una vez tengamos una mezcla homogénea, añadiremos la mitad de la harina, el cacao y la levadura, que habremos mezclado previamente.
- Es el turno de añadir la leche, alternándola con la harina mientras seguimos mezclando, por últimos añadimos las pepitas de chocolate blanco.
- Repartimos en los moldes y horneamos entre 22-25 minutos a 180º
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