Feliz lunes a todos! depende de dónde viváis aún estaréis de vacaciones (o de la suerte que tengáis, también). Hoy os traigo una receta que aprendí la semana pasada, que estuve de brunch cumpleaños y después me fui a un vietnamita, porque yo soy asín de pozo sin fondo. Ya os enseñaré cosas del brunch, pero este pollo estaba TAN bueno… yo pensaba que la cocina vietnamita era muy picante, pero no y tienen más cosas aparte de los rollitos vietnamitas, lo cual era de esperar, sino menudo tema.
Una de las cosas que más me gustan de este plato es que, al servirse sobre la hojita de lechuga (los cogollos que compré me salieron con las hojas un poco esmirriadas, la gracia es tener lechuga iceberg, pero la odio) es que se hace muy ligero de comer, que es contraproducente porque te puedes poner ciegazo (como cuando he preparado el plato, que pensaba que sobraría pollo para hacer otra receta que os va a dejar maravillaos, pero no). El caso es que el pollo me dejó flasheada y me puse a investigar como crazy que soy, me encanta recrear en casa lo que como fuera. Para este plato, como siempre, os pongo las alternativas, que sé que hay cosas que no se tienen normalmente, pero todo tiene arreglo en esta vida.
Ingredientes (para 4 personas)
- 500 g de carne picada de pollo (yo como soy así, olvido que tengo picadora y lo he hecho taquitos pequeños, pero en fin).
- Una lechuga iceberg o alguna que no sea romana por aquello de que las hojas son muy grandes.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita de genjibre (seco o fresco, lo que tengáis)
- Almendras o piñones (un puñadito)
Para la salsa:
- 3 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de salsa teriyaki
- 1 cucharadita de mantequilla de cacahuete
- 1 cucharada de aceite de sésamo (se puede cambiar por aceite de oliva)
- 1 cucharada de ketchup (o salsa barbacoa)
Preparación del pollo musi:
- Picamos bien el ajo y la cebolla y lo ponemos a pochar a fuego suave, después, añadimos la carne picada de pollo y el jengibre (atención, si es seco se quema, casi mejor hacia al final).
- Mientras podemos hacer la salsa: mezclamos todo y removemos con una cucharilla. Si no tenéis mantequilla de cacahuete pero sí tenéis almendras o piñones (o incluso anacardos, la gracia es el sabor a fruto seco) obviadlo, lo mismo con la salsa teriyaki y si no tenéis aceite de sésamo pero tenéis sésamo tostado también vale.
- Cuando la carne esté bien hecha, añadimos la salsa y los frutos secos, mezclamos bien y dejamos reducir. Servimos sobre las hojas de lechuga y listo.
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