Ya he vuelto! siento la ausencia, pero tuve vacaciones las primeras semanas de julio y me fui a Japón (si queréis hago post gastronómico y de dar envidia en general), así que comí mucho y saqué una idea para el blog pero no pude cocinar nada… Espero que vuestras vacaciones vayan bien o que las empecéis en breve. La receta de hoy fue un poco improvisada para paliar una invasión de tomates cherry, ya que mis suegros tienen unas matas en casa que les dan como un kilo al día y tanta producción no la pueden sostener, nosotros el día anterior de ir a verles compramos y no vamos a tirar comida ni sobrevivir a base de ensalada, así que aquí tenéis el resultado, que incluye una variación de la
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre o pasta brisa
- 250 g de tomates cherry
- 100 g de espinacas
- 1 cebolla
- 250 g de queso ricotta
- Aceite y sal
Preparación
- Cocemos las espinacas con agua y sal 5 minutos
- Picamos la cebolla y la pochamos a fuego lento en una sartén con aceite
- Escurrimos las espinacas y las echamos a la sartén para que tengan un poquito más de sabor
- Extendemos la lámina de hojaldre en un molde para horno y horneamos a 200º 10 minutos
- Partimos los tomatitos por la mitad y los mezclamos sin pudor con el queso ricotta, después mezclamos con las espinacas y la cebolla
- Una vez esté hecho el hojaldre, lo sacamos del horno y ponemos sobre él la deliciosa mezcla anterior (que contiene una pequeña variación de la salsa Hulka)
- Horneamos 7-8 minutos más a 200º y luego a gozarlo
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