Feliz lunes desvanieros! aprovecho las vacaciones para ir poniendo post y que luego no me pille el toro… a estas horas estaré de vuelta de Toledo un poco chof, que me quedo tristona después de ver a la family… ¡pero lo bien que me están sentando las vacaciones no tiene nombre! Gracias por seguirnos semana a semana, esperamos que probéis nuestras recetas, yo me animo a probarlas también. La receta de estas rosquillas que he hecho la he sacado del libro «Galletas» de Xavier Barriga, me intimida un poco este libro porque todo le sale muy bonito y no me veo yo tan hábil, a la vista está de los churros que hago con la manga pastelera y eso que tengo un invento de Lekué maravilloso del kit de macarons que me regalaron por mi cumple mis cuñaos y que es la vida.
A mi me quedaron un poco churro, pero están muy ricos, a medio camino entre el turrón y los macarons, por detrás quedan como os pongo en la segunda foto, son muy ligeros, así que corréis el peligro de comeros mil de una sentada. Y si, es otra excusa para no hacer los cake pops y para aprovechar las almendras picadas que compré después de la época de los panellets.
Ingredientes (para unas 50 rosquillas)
- 250 g de azúcar (normal mismo)
- 125 g de clara de huevo
- 25o g de almendra molida
Preparación
- Precalentamos el horno a 180º
- Tostamos las almendras molidas en una sartén o en el horno con cuidado de que no se quemen.
- Calentamos las claras y el azúcar hasta que se disuelva el granillo pero sin que se haga tortilla, después, montamos a punto de nieve la mezcla y añadimos las almendras tostadas mezclando bien con una espátula.
- Con ayuda de una manga pastelera, hacemos círculos sobre una bandeja con papel de horno o una lámina de silicona y horneamos durante 15 minutos a 180º (no importa que no os salgan círculos perfectos)
- Cuando estén doradas, las sacamos del horno y dejamos enfriar un poco para que se desmolden bien.
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