¡Hola, desvanieros!
Es hora de empezar a sacar fotos de la cámara e ir trayendo las recetas de los últimos tiempos que sí han salido bien… como este Gazpacho de melón y pepino que es de lo más fresquito que te puedes meter entre pecho y espalda con los días nivel infierno que nos esperan.
La receta de hoy ha salido a partir de dos experimentos y la adaptación a mi gusto, pero veréis que cuando hay pocos ingredientes en juego todas las recetas se parecen 🙂
¡Vamos allá!
Ingredientes (2-3 raciones generosas)
Para el Gazpacho
- 800 g de carne de melón, pelado y sin semillas (piel de sapo de toda la vida. Reemplazable por el que más os guste)
- 200 g de pepino pelado y sin semillas.
- Una cuña de cebolla dulce, como de 1.5 cm. Queremos que le de un toque pero que no se apodere el sabor.
- Una pizca de sal
- Un chorrito de aceite de oliva
Para el jamón crujiente
- Tres o cuatro lonchas de jamón curado
Elaboración
Limpiamos, cortamos y pesamos el melón y el pepino, y colocamos en la batidora con la cebolla picada. Puedes usar una batidora de mano, de vaso, o tu robot preferido.
Le damos caña hasta conseguir un batido fino, aunque seguramente se notarán particulas de melón.
Bajamos la velocidad a «remeneo ligero» y añadimos la sal y el chorrito de aceite de oliva poco a poco. Si usáis un melón con color y batís muy rápido en esta parte, el aceite emulsionará y el color final será más pálido (que me lo ha explicado mi señora madre hoy, ahora ya sé kung fu hacer salmorejo coloradito).
Si la fruta no estaba fría, reservamos en el frigo un rato hasta la hora de servir.
Para el jamón crujiente, podemos hacerlo de varias maneras:
- En horno de aire o microondas en modo horno con aire: Colocar el jamón en papel de horno y hornear (200º) unos minutos hasta que quede crujiente.
- Solo microondas: Colocar en un plato el jamón y envolver en una «carpeta» de papel de cocina, y luego otro plato más encima. Calentar durante 1 minuto o hasta que empiece a verse más seco y tostado (ojo a los tiempos que se puede pasar de la raya rápido).
En cualquiera de los dos casos: secar el exceso de grasa con papel de cocina, enfriar y cortar con un cuchillo.
Servimos el gazpacho de melón en un cuenco, decoramos con las virutas de jamón y a disfrutar 🙂
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