La receta de hoy es fácil: se podría resumir en «Mézclalo todo, amasa y mételo dentro del horno». Pero por el bien del blog, vamos a entrar un poco más en detalle.
Ingredientes (para 1 bandeja de horno)
- 50 g de harina (yo utilicé de «trigo recio», pero podría ser cualquiera que pueda actuar de aglutinante)
- 25 g de harina de centeno
- 25 g de harina de trigo sarraceno
- 25 g de semillas de lino
- 10 g de chía (porque la odio y hay que gastarla…)
- 15 g de sésamo
- 1 cucharadita de semillas de alcaravea (o comino en su defecto)
- 1 cucharadita de anís verde
- 1 pizca de sal
- 25 ml de aceite de oliva
- 75 ml de agua caliente
Elaboración
En un bol juntamos todos los ingredientes y amasamos con una cuchara hasta que la cosa se homogenice un poco.
Amasamos un poco más a mano hasta que la masa ya no se pegue y sea manejable.
Con la ayuda de un rodillo y un par de papeles de horno en modo «sandwich» encima y debajo de la masa, aplanamos hasta que tenga menos de 0,5cm de espesor. Cuanto más finita, más crujientes quedarán nuestros crackers.
Marcamos con un cuchillo la masa definiendo las porciones. Así será más fácil partirlas después.
Introducimos en el horno a media altura, a 180º durante 15 minutos, vigilándolas para que no se quemen.
¡Listas!
Fácil, ¿no?
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