Hoy os traigo mi masa de pizza casera definitiva :D. No requiere mucho trabajo, pero sí un poco de espera y algo de trabajo manual (genial para descargar la mala hostia del día, por cierto) si no tenéis una amasadora al alcance. Básicamente, es una versión digievolucionada de la masa de Pizza/Focaccia que tengo en Dispersiones. La principal diferencia es la cantidad de levadura, que desde que leo cosas sobre panes he aprendido que ME PASABA TRES PUEBLOS. Sí sí… ya veréis.
Nota: Esta entrada tiene pocas fotos porque cuando hago la pizza suele ser de noche y la luz pue… no acompaña demasiado. Espero poder hacer unas cuantas fotos mejores la semana que viene cuando vuelva a hacer pizza.
Esta receta viene un poco a raíz del clamor popular. Ya hace un par de semanas me comentaron por Twitter lo siguiente:
@Myddna Tienes que hacer un blog de recetas. De las pizzas te curras hasta la masa… OMG xD
— Titian © (@Titian_XV) October 29, 2015
Hola Titian, te saludo desde mi blog de recetas colaborativo xD.
Ayer hice otra pizza y puse por Twitter e Instagram la foto, toda contenta de mis burbujitas, y como gustó bastante (no todos los días te dicen que te odian por una pizza, eh @labienpe?), pues hoy tenéis la recetilla.
Espero que os guste. Tenemos comentarios por aquí abajo, así que podéis dejar dudas/enlaces a las vuestras/ decir hola y tal de manera totalmente gratuita 😀
¡Al turrón!
Ingredientes
- 300 gr de harina de trigo:
- 150 gr de fuerza
- 100 gr de harina «de repostería»
- 50 gr integral
- 200 ml de agua (puede que sobre)
- 3 gr de levadura seca de panadería (o 9 gr de la fresca)
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- Entre 3 y 5 gr de sal (al gusto)
Fase 1: Amasar
Colocamos en nuestro cuenco la harina, la sal y la levadura (dicen que no se llevan bien si se ponen a la vez estas dos últimas… pero yo no he notado diferencia al menos para la pizza)
Calentamos el agua (sin que llegue a quemar, sólo algo caliente o asesinaremos a la levadura)
Vamos vertiendo el agua poco a poco sobre la harina y vamos mezclando. Añadimos también el aceite. Cada harina (o combinación de) absorbe cierta cantidad de agua imposible de calcular de otra manera que no sea el ojímetro, así que es mejor ir poco a poco. Si vemos que la masa está muy dura agregamos un chorrito de agua, si está muy blanda porque nos hemos pasado seguimos amasando. Cuando añadamos agua, podemos darle dos o tres minutos sin amasar para que la absorba un poco y sea más fácil.
Ojocuidao: Sólo añadir más harina en caso de que, si la masa muy muy muy blanda no se vuelva manejable ni a la de tres.
Tenemos que conseguir una bola de masa con una superficie suave, que no sea demasiado dura sino más bien blandita, y que tenga flexibilidad para que podamos estirarla sin romperla.
Una vez la tengamos, la colocamos en un cuenco aceitado (o un tupper con tapa grandecito), cubrimos y dejamos levar hasta que más o menos doble el volumen.
Opción A) Si hace frío podemos dejarla dentro del horno apagado con un poco de calor, o cerca de alguna fuente de calor, tardará unos 40 minutos.
Opción B) Podemos dejarla en el frigo hasta el día siguiente, y sacarla un rato antes de estirarla (unos 20-30 minutos) para que se ponga a temperatura ambiente.
Fase 2: Estirar
Volcamos la masa sobre un papel de horno en una mesa y le sacamos el gas que se habrá formado. Dependiendo de cómo haya salido la masa (porque para todo hay solución) podemos estirarla de varias maneras:
Si ha salido pegajosa: nos untamos las manos en aceite y vamos presionándola de dentro hacia afuera para estirarla
Si no ha salido pegajosa: Podemos hacerlo con el rodillo, o si somos unos pros al aire :P. Yo siempre lo hago con rodillo o «chafando» , ya que me gusta que la pizza sea rectangular para llenar toda la bandeja del horno.
Fase 3: Rellenar
Aquí ya cada uno que se vuelva loco a su gusto. En casa nos gusta mucho rellenar con tomate triturado, mozzarella, jamón de york, champiñones, aceitunas negras y alcaparras, y si tenemos tomates naturales a veces rodajas. Las hierbas (albahaca y orégano) se las ponemos al tomate triturado.
Fase 4: Hornear
Esta es una de las cosas que más han cambiado mi pizza.
Consiste en poner el horno a 250º (o todo lo que de) arriba y abajo, con la bandeja plana dentro lo más abajo posible. Una vez alcanza la temperatura, trasvasamos con ayuda de una bandeja como esta a modo de pala, la pizza en su papel del horno a la bandeja de horno caliente.
Horneamos durante unos 10 minutos hasta que esté hecha a vuestro gusto. Yo suelo tenerla un rato con el calor arriba y abajo, y los últimos tres minutos con el calor sólo abajo.
Fase 5: ¡Devorar!
Con un poco de aceite picante, o tal cual acompañada de nuestra bebida favorita, tenemos una pizza casera para chuparse los dedos.
Que aproveche 🙂 ¡Y contadme qué tal os sale!
Bonustrack: Masa alternativa
Si te sientes con ganas de hacer inventicos y tienes harinas diversas a mano, te sugiero la siguiente mezcla, porque está aún más buena si cabe:
- 150 gr de harina de fuerza
- 50 gr de harina de centeno
- 15 gr de sémola de trigo duro
- 85 gr de harina normal
- 4 gr de sal
- 3 gr de levadura
- 200 ml de agua aprox
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
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