Hola, amigos desvanieros!
La receta de hoy es, una vez más, una mezcla de varias con algo de invención – aunque principalmente me he inspirado en esta fuente para los ingredientes y las cantidades.
Sin embargo, el método es diferente. Para empezar no utilizo panificadora, y como segunda variación incorporo un Tang Zhong en la masa (más info sobre cómo se hace el Tang Zhong aquí).
El Tang Zhong es una papilla previa de harina y agua – de textura similar a una masa de croquetas poco espesa – que le da al pan una cierta mejoría (más tiernito y esponjoso).
No me enrollo más. Os pongo aquí los resultados de mi experimento panarra:
Ingredientes
(sale un pan de kilo y pico)
- 120 gr de agua
- 240 gr de leche tibia
- 4 gr de miel
- 36 gr de aceite de oliva suave
- 30 gr de azúcar moreno
- 12 gr de sal
- 120 gr de zanahoria rallada
- 4 gr de levadura seca de panadería
- 600 gr de harina (en mi caso utilicé un 60% de harina integral de trigo ecológica Aragón 03 y el resto de harina de fuerza)
Preparación del pan de Zanahoria
Preparamos el Tang Zhong: Mezclamos 60 gr de agua, 240 de leche tibia y 60 gr de harina, extraídos de la cantidad especificada en la lista de ingredientes (proporción líquidos:harina de 5:1) y calentamos en un cazo hasta unos 65ºC, sin dejar de remover. Retiramos del fuego cuando espese hasta una consistencia cremosa, pero no debe hervir.
Mientras el Tang Zhong enfría, preparamos el resto de ingredientes para tenerlos a mano. Mezclamos todos los ingredientes sólidos excepto la zanahoria. Incorporamos el resto de líquidos (agua, leche, miel y aceite) y amasamos, bien a mano – con espátula y luego a mano cuando la cosa ya esté consistente – o con máquina. Incorporamos la zanahoria rallada.
La hidratación de este pan es de un 60% en principio, pero la zanahoria aporta también su agua, así que ojo que no quede demasiado pegajoso. Es mejor echar menos agua al principio y corregir poco a poco conforme se amasa y la zanahoria suelta su humedad (por esto mismo a mí me quedó demasiado pegajosillo, pero aún así salió decente y subió bastante bien).
Una vez que la masa está más o menos presentable, la dejamos fermentar en un bol aceitado una hora más o menos hasta que doble el volumen.
Le sacamos el gas y formamos dos bolas que ponemos en un molde alargado (o si la masa se deja podéis hacer una gran bola de pan o una barra).
Precalentamos el horno a 220º (podéis aprovechar el calentón para hacer después del pan unas magdalenas de nocillota, que hay que aprovechar la electricidad)
Volvemos a dejar que crezca de nuevo y cuando hundamos el dedo y la huella no se recupere del todo, estará listo para hornear.
Horneamos durante unos 20 minutos a los 220º, y luego horneamos a 180 unos 25 minutos más.
Para ayudar al pan a que crezca más, suele ir bien crear vapor en el horno durante la primera fase de calor, bien con un flusflis o echando un vaso de agua sobre piedras que se hayan calentado en el horno en una bandeja.
De este modo se retrasa la formación de corteza y podrá expandirse más.
Sacamos del horno y dejamos reposar un par de minutos hasta que podamos desmoldarlo y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Cuando esté completamente frío… ¡ya podéis hincarle el diente a vuestro pan de zanahoria!
Con crema de queso y hierbas por encima (a lo loco: orégano, albahaca, tomillo e incluso me gusta ponerle comino pasado por el mortero), o tostado con mantequilla/mermelada por la mañana está riquísimo.
Deja una respuesta